jueves, 19 de mayo de 2016

DIEZ HORAS CON SAN ISIDRO

Ofrenda de trigo a san Isidro Labrador

     Treinta y cuatro minutos pasaban de las cuatro de la tarde -cuatro sobre el horario previsto para su hora de salida-, cuando Raquel Rocío Valverde Ortigosa, secretaria de la Hermandad de San Isidro de Periana, tocó con el martillo la campana situada en la parte delantera del trono y, al instante, los hombros de los cincuenta y ocho portadores del Santo -con edades comprendidas entre los diecinueve y sesenta y nueve años- respondieron al unísono y la procesión se puso en marcha. Lentamente fue avanzando por el pasillo de la iglesia llena de público expectante que respetuosamente se pone de pie, esquivan hábilmente la gigantesca lámpara que pende del techo, sortean sin dificultad las escaleras que conducen al exterior del templo y al asomar por la puerta se desata el delirio: aplausos, vivas, latir de corazones, repique de campanas, músicas y cohetes, anárquicamente conjuntados, lanzaban al aire una sinfonía preciosa. 

San Isidro está en la calle
todo Periana le espera,
se sabe a que hora sale
pero no cuando regresa.

     La puerta de la iglesia está repleta de público y sacos de trigo para ofrendar al Labrador, resultando muy difícil calcular si hay más personas o sacos de cereal. Los presentes comentan lo bien adornado que va el trono y lo conjuntado por estatura que van sus portadores, a diferencia de otros años. En la explanadilla que da acceso al templo, los hombres de trono realizan varias levantadas a pulso del Santo lo que provoca el delirio de los asistentes. Los vivas y aplausos atronan sin cesar.

Pronto lloverá en Periana
sin haber nubes en el cielo,
caerán mandas de trigo
sobre el Patrón del pueblo.

          San Isidro avanza, la emoción se palpa en el ambiente, casi todos los presentes se santiguan a su paso, muchas lágrimas se contienen en los ojos y otras resbalan por las mejillas. El capataz señala una maniobra y el trono se coloca junto al balate de la iglesia. Aquí suelen echarle trigo al Santo las personas por cuyas casas no pasa la procesión, los que viven en el campo y los que vienen de fuera. El cielo viste de azul inmaculado, el sol brilla y calienta al igual que lo hace en las calurosas tardes veraniegas, y en Periana, el pueblo de San Isidro, cuando son las cuatro y cuarenta y siete minutos de la venturosa tarde del 15 de mayo de 2016, va a comenzar una lluvia de trigo que se prolongará hasta altas horas de la madrugada.

Trigo para el Labrador,
Trigo para San Isidro.
Trigo para el Patrón.
En Periana llueve trigo.

          Un hombre joven, Rafael Martín Aranda "El Chico", ha sido el afortunado de verter el primer saco de trigo sobre el trono del Patrón. Menester que repetirán perianenses de todas las edades y condición social, residentes en el pueblo o llegados de cualquier lugar de España o del extranjero, y algún que otro foráneo, hasta que el Milagroso San Isidro regresa a la iglesia.

He venido a cumplir
la manda prometida.
Promesa que hice llorando
y hoy pago con alegría.

          Son las siete menos diez de la tarde cuando la procesión abandona el balate de la iglesia, se coloca debajo del balcón de la que fue casa de Bartolomé. Lleva en la calle dos horas y dieciséis minutos y apenas ha andado un centenar de metros. Continúa su recorrido por las calles de la iglesia y Rodríguez de la Fuente, y tras detenerse en quince balcones y una azotea para recibir ofrendas, la procesión llega a La Fuente.

Isidro llega a La Fuente
donde le espera su Esposa
y centenares de personas que
aguardan desde hace horas.

          En La Fuente, un año más, no cabe un alfiler, es imposible que pueden meterse tantas personas en tan pocos metros cuadrados. La expectación es máxima y los portadores de San Isidro, bajo la experta dirección de sus capataces: Enrique Avilés Zorrilla "Manina" y José Francisco Rodríguez Zorrilla, no defraudan a los que aguardan: giros inverosímiles, subidas a pulso y ese mecer espiguero -privativo de Periana- que hace que trono de San Isidro se cimbree al igual que lo hacen las espigas antes de la siega. 

         A las veintiuna cincuenta y cinco minutos comienza la lluvia de trigo desde el balate de La Fuente, proseguirá la procesión por las calles Jazmín, Cerco, La Copa, Alta, Echegaray, Camino de Vélez, Paseo de Bellavista, Málaga e Iglesia, donde realizará cuarenta y cuatro paradas para recibir trigo. La última ofrenda de trigo al Santo Labrador, le fue realizada desde el balcón de Jesús Padilla Molina "Pailla", a las tres menos diez de la madrugada.

San Isidro ha regresado
agradecido y dichoso,
al comprobar que en Periana
le siguen amando todos.

          La procesión salió de la iglesia a las dieciséis horas treinta y cuatro minutos, encerrándose a las tres y catorce minutos de la madrugada, es decir, que San Isidro procesionó diez horas y cuarenta minutos. En este tiempo realizó 63 paradas: en balates, balcones, azoteas y puertas para recibir trigo. Si el trayecto a recorrer es de 1.082 metros, esto significa que anduvo 104,03 metros por hora. ¿Es la procesión de San Isidro en Periana la más lenta del mundo?

Se acabó la procesión.
La gente se ha marchado.
Para que vuelva San Isidro:
¡Dios mío, aún falta todo un año!


POSDATA: Nuestro Patrono tiene fama de milagroso, siendo incontables los milagros y prodigios que se le atribuyen, realizados en vida u obrados por su intercesión después de muerto, predominando los hidráulicos, concesión de lluvias tras rogativas, y como sanador de enfermedades incurables. Para su proceso de beatificación y canonización se presentaron 438. Como es de suponer, aquí no están incluidos ninguno de los muchísimos que ha hecho en Periana, en aquella época, nuestro pueblo aún no existía.

       A los muchos milagros realizados por San Isidro hay que añadir uno más, el que hizo el domingo 15 de mayo de 2016, en Periana. Cuando la gente salía de la misa del Patrón, el badajo de una de las campanas de la iglesia se desprendió de ella y cayó al suelo, sin alcanzar a ninguna de las numerosas personas que allí había.


JOSÉ MANUEL FRÍAS RAYA

No hay comentarios:

Publicar un comentario